La reacción de una burra al encontrarse con su cuidador tras dos meses sin verlo
La cuarentena los separó desde el 14 de marzo. El hombre temía que el animal no lo reconociera pero al verse ninguno de los dos pudo contener la emoción.
Apenas el Gobierno flexibilizó la cuarentena, Ismael Fernández no dudó ir corriendo hacia su campo en Málaga, España, para reencontrarse con su burra Baldomera. El hombre filmó la situación pero jamás imaginó que la reacción del animal iba a recorrer el mundo.
"No me da vergüenza que me oigas llorar, porque aquí está una de las demostraciones de amor más incondicionales que existen. La de mi burra y amiga Baldomera al verme después de dos meses", escribió el hombre en Facebook junto a un video que sumó miles de "me gusta" y compartidos.
Al comienzo de las imágenes se puede escuchar la voz de Ismael que llama a "Baldo", lentamente la burra se va acercando y al llegar hasta el alambrado le acerca su cabeza para que la acaricie. El animal no veía a su "hombre" (como a él le gusta que le digan, ya que no siente que sea su dueño) desde el pasado 14 de marzo.
Luego, se escucha al español totalmente quebrado por la emoción y, a los pocos minutos, la burra comienza a rebuznar y realmente parece también que está llorando. "Aviso a sensiblones como yo: ella también llora", aclara el hombre en el video.
Luego de que su publicación genere una revolución en Facebook, Ismael dio más detalles de aquel reencuentro y hasta le creó una cuenta en Instagram a su burrita, llamada "Baldomera y yo".
Sobre aquel emotivo día, el hombre explicó que fue todo el camino a preparándose por si el animal no lo reconocía. Por eso, cuando sintió que también lloraba por él, le tocó el corazón.
“Estoy alucinando. Me llamaron hasta de una productora británica que va a emitir la historia para varios países europeos”, contó Ismael a la Cadena Ser.
Además, admitió que ese día estaba muy nervioso y que "nunca había escuchado a un burro rebuznar de esa forma".
“Lleva con nosotros un par de años. El caso es que mi familia se dedicaba a la agricultura hasta que hace 20 años mi padre se trasladó a Torremolinos para trabajar de taxista. Sin embargo, él siempre decía que su sueño era tener un burro y volver al pueblo cuando se jubilara. Así que dicho y hecho, el día que se jubiló mi hermano y yo le regalamos a Baldomera”, explicó el hombre.